Durante su intervención en el conversatorio “Mercosur: desafíos y oportunidades de Bolivia como miembro pleno”, del cual participó una delegación de Unifranz sede Cochabamba, el investigador del Instituto de Estudios Internacionales (IDEI Bolivia), Daniel Agramont, destacó la importancia de fortalecer las relaciones comerciales con los países del Mercosur, que son los principales socios comerciales de Bolivia. Agramont resaltó la necesidad de negociar y buscar mejores condiciones para los productos bolivianos en el Mercosur, y subrayó que estas acciones son cruciales porque el bloque representa un mercado significativo para las exportaciones nacionales.
«Es vital reconocer que nuestras principales exportaciones han sido los hidrocarburos, principalmente el gas, y Brasil ha sido nuestro principal socio comercial hasta 2022. ¿Qué le podemos vender al Mercosur que sea estratégicamente ventajoso para Bolivia?», cuestionó Agramont al final de su exposición, y puso en relieve los desafíos y las oportunidades que Bolivia enfrenta como miembro pleno del organismo.
El conversatorio se llevó a cabo como parte de la Feria Exposición de Cochabamba (Fexco), organizado por el Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba (GAMC) y la Cámara de Industria, Comercio y Servicios de Cochabamba (ICAM). Asistió una delegación conformada por estudiantes y docentes de la carrera de Derecho de Unifranz, además de la directora del Instituto de Progreso Económico Empresarial (IPEE), Gabriela Sanjinés.
Desafíos y estrategias para la integración
Al ingresar como miembro pleno del Mercosur, Bolivia adquiere varias obligaciones para asegurar una integración efectiva dentro del bloque. Estas incluyen la armonización de sus políticas económicas y comerciales con las del Mercosur, y la adecuación de su legislación nacional para alinearse con los acuerdos y protocolos del grupo.
La docente de Derecho en Unifranz e investigadora Marianela Salazar manifestó su preocupación ante una falta de acción en cuanto a la adopción de las normativas necesarias para una incorporación efectiva. Subrayó la necesidad de que Bolivia defina una política estratégica clara para su ingreso al organismo. Además, planteó una reflexión sobre el rol de Cochabamba en este contexto, al mencionar que el hecho de no contar con fronteras internacionales debe ser un incentivo para que autoridades y empresarios desarrollen estrategias que aprovechen el potencial del departamento, en especial a través de datos e investigaciones como respuesta académica desde las universidades.
«Una línea de acción debería enfocarse en incentivar la economía creativa, sector en el que Cochabamba ha demostrado tener un gran potencial», afirmó Salazar, quien propone que el departamento adopte la economía naranja como un enfoque estratégico para el desarrollo, para crear productos de alto valor añadido. Esto, según Salazar, no sólo impulsaría la economía local sino que también colocaría a la región en una posición ventajosa dentro del proceso de integración al Mercosur.
Desafíos y oportunidades en la educación y el sector empresarial
La directora del IPEE enfatizó la importancia de preparar a los estudiantes para la dinámica del Mercosur. Destacó que Bolivia tiene un tiempo limitado para adaptarse legal y estructuralmente a los requisitos del bloque. Sanjinés agregó que es crucial alinear la política económica del país con los estándares del Mercosur para asegurar que los futuros empresarios no comiencen desde cero.
“Si los estudiantes, que son nuestros futuros empresarios, ahora no se involucran y no se empapan de todo este tema, van a empezar de cero cuando les toque la responsabilidad”, manifestó Sanjinés.
La investigadora añadió que, como parte de la academia, es esencial contribuir tanto en la esfera legal, en la que existen vacíos que necesitan ajustes, como en el ámbito empresarial, que requiere adaptaciones en la estructura reglamentaria como los registros sanitarios, entre otros. Esta integración académica no sólo prepara a los estudiantes, sino que también impulsa la investigación que puede traducirse en políticas públicas efectivas para enfrentar estos desafíos.
«Esto nos da pie a muchas líneas de investigación que pueden generar propuestas que se conviertan en políticas públicas. Una de las líneas prioritarias podría ser la exportación de conocimiento, que abarca sectores como las industrias creativas, la salud, la educación y el desarrollo de software, áreas en las que ya se trabaja, aunque de manera discreta. Esta oportunidad nos da una referencia temporal, un antes, durante y después, para evaluar el impacto real de ingresar al Mercosur para las siguientes generaciones», señaló Sanjinés.
La adhesión de Bolivia al Mercosur no sólo presenta desafíos regulatorios y económicos, sino que también ofrece oportunidades significativas para el desarrollo estratégico y económico del país. Es fundamental que instituciones académicas como Unifranz y sectores empresariales trabajen de forma conjunta para maximizar estos beneficios, asegurar que Bolivia no sólo cumpla con sus obligaciones, sino que también se posicione en este nuevo escenario regional.
