Muchas veces considerados como distracciones y prohibidos en las aulas, los teléfonos celulares pueden, en contrapartida, “constituirse en herramientas de apoyo valiosas para los docentes, siempre y cuando se utilicen de manera apropiada y se establezcan reglas claras para su uso”, asegura Ariel Villarroel, experto en educación y metodologías educativas, docente y responsable de la Jefatura de Enseñanza y Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Villarroel identifica al menos 10 maneras en las que los celulares pueden ser aprovechados en las aulas.
Acceso a recursos en línea: los estudiantes pueden utilizar sus teléfonos celulares para acceder a recursos en línea, como sitios web educativos, libros electrónicos, artículos académicos y tutoriales, para enriquecer su aprendizaje.
“Asimismo, los estudiantes pueden acceder a aplicaciones educativas, diseñadas para ayudar a los estudiantes a mejorar sus habilidades en diversas áreas, como matemáticas, idiomas, ciencias y más”, explica el experto.
Toma de notas y organización: las aplicaciones de notas y organización en los teléfonos celulares pueden ayudar a los estudiantes a tomar apuntes, crear listas de tareas y gestionar su tiempo de manera efectiva.
Captura de contenido multimedia: los teléfonos celulares pueden usarse para tomar fotos y videos, lo que puede ser útil para documentar proyectos, experimentos científicos o actividades de campo.
Por otra parte, las aplicaciones de mensajería y colaboración permiten a los estudiantes comunicarse con sus compañeros de clase, docentes y grupos de estudio, facilitando la colaboración en proyectos y la resolución de dudas.
Otra de las ventajas es el acceso a herramientas de investigación, “los teléfonos celulares pueden utilizarse para buscar información en línea, verificar hechos y acceder a enciclopedias digitales y bases de datos académicas”, agrega Villarroel.
Aprendizaje móvil: los docentes pueden diseñar actividades de aprendizaje que aprovechen las capacidades móviles de los teléfonos, como la geolocalización o la realidad aumentada, para crear experiencias de aprendizaje más interactivas y contextualizadas.
Respuesta en tiempo real: las aplicaciones de respuesta en tiempo real, ¡como Kahoot! o Socrative, permiten a los docentes evaluar el conocimiento de los estudiantes a través de cuestionarios y encuestas interactivas.
Accesibilidad: los teléfonos celulares pueden ser configurados con herramientas de accesibilidad, como lectura de pantalla o ampliación de texto, para ayudar a los estudiantes con discapacidad a acceder al contenido educativo de manera más efectiva.
Investigación científica: los sensores en los teléfonos móviles pueden utilizarse en experimentos científicos, como la medición de la velocidad, el sonido o la luz, lo que permite a los estudiantes realizar investigaciones científicas prácticas.
“Sin embargo, es importante que los docentes establezcan reglas claras sobre el uso de los teléfonos celulares en el aula y fomenten un uso responsable. También es fundamental considerar la brecha digital y garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a un dispositivo, ya que no todos pueden contar con un teléfono móvil”, puntualiza el experto.
Herramientas disponibles
Los celulares se constituyen en una de las numerosas herramientas educativas disponibles para alumnos y docentes
“Existen muchas herramientas tecnológicas educativas disponibles para docentes y estudiantes, y su elección depende de diversos factores, como el nivel educativo, los objetivos de aprendizaje y las preferencias individuales. Aquí te presento algunas de las principales categorías de herramientas tecnológicas educativas y ejemplos dentro de cada una”, manifiesta Villaroel.
Entre las herramientas disponibles podemos mencionar las plataformas de aprendizaje en línea, entre éstas se encuentran Moodle, Canvas, Blackboard y Google Classroom, entre otras.
Asimismo, en las aulas también se puede utilizar software educativo, siendo los ejemplos más relevantes Khan Academy, Duolingo (para el aprendizaje de idiomas), GeoGebra (matemáticas y ciencias) y Scratch (programación para niños).
También se pueden mencionar las aplicaciones móviles como Edmodo (app para la gestión del aprendizaje), Quizlet (app de creación y estudio de tarjetas de memoria), ¡Kahoot! (app para cuestionarios y juegos interactivos).
Se pueden utilizar además herramientas de colaboración en línea como Microsoft Teams, Zoom, Cisco Webex y Slack (para colaboración en proyectos).
Además de estas herramientas existen otras como pizarras interactivas, el uso de Realidad Virtual y Realidad Aumentada y bibliotecas en línea, como algunos ejemplos.
“Es importante mencionar que la elección de las herramientas tecnológicas debe alinearse con los objetivos de aprendizaje de la institución y las necesidades específicas de docentes y estudiantes. Además, es fundamental brindar capacitación constante y apoyo adecuados para garantizar un uso efectivo de estas herramientas en el entorno educativo”, puntualiza el experto.