Leucemia, un cáncer que se cura si se lo trata a tiempo

La leucemia, un tipo de cáncer que comienza en los tejidos que forman la sangre en el organismo (médula ósea o sistema linfático), es una afección maligna que afecta principalmente a niños y adultos mayores.

Elizabeth Nicassio, docente de la carrera de Medicina en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, explica que esta enfermedad no es muy común, aunque en los últimos años mostró un alto índice de crecimiento a nivel nacional. En el país su incidencia se concentra en la población infantil con cuatro niños y adolescentes menores de 18 años y un adulto mayor por cada 100.000 habitantes.

Recientemente, Sergio, un joven de 30 años y camarógrafo de una agencia internacional de noticias, fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda, luego de una infinidad de análisis, fiebres altas, hemorragias, anemia y dolores incontrolables en su cuerpo.

“El diagnóstico no fue inmediato porque los síntomas suelen confundir hasta a los médicos. En una primera instancia, nos dijeron que mi hermano sufría de estrés y le recomendaron reposo. Ahora está hospitalizado, en observación permanente por la anemia y hemorragias nasales y recibe tratamiento de quimioterapia,”, dice su hermana Jesmy.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que la leucemia linfoblástica aguda es uno de los seis cánceres más comunes para el enfoque inicial dentro de la Iniciativa Mundial contra el Cáncer Infantil, debido a su alta probabilidad de curación cuando es detectada y tratada oportunamente. 

En tanto, la American Cancer Society da cuenta que, en los Estados Unidos, durante el año 2022 se diagnosticaron alrededor de 61.000 casos nuevos de leucemia (de todo tipo) en adultos y niños, y alrededor de 24.000 decesos.

Factores de riesgo

En la mayoría de los casos, no se puede identificar la enfermedad de forma exacta. Sin embargo, existe evidencia científica de que no es un padecimiento hereditario o contagioso.

“No tiene una causa definida, aunque algunos casos se han relacionado con la exposición a radiaciones ionizantes o determinados productos químicos”, dice Nicassio.

La historia previa de tratamiento para otras enfermedades cancerosas; haber recibido quimioterapia o radioterapia; padecer un trastorno genético o enfermedades como el síndrome de Down incrementan la posibilidad de que una persona padezca leucemia.

Respecto a los síntomas asociados con este mal se han identificado la sensación de cansancio, fiebre o sudores nocturnos, fácil aparición de moretones o sangrado, pérdida de peso o apetito, hemorragias y petequias o pequeños puntos rojos debajo de la piel que provocan sangrados.

Otros síntomas varían según el tipo de leucemia que afecta al paciente. Es posible que la leucemia crónica no cause síntomas al principio.

No existe ninguna forma de prevenir la leucemia; sin embargo, la académica recomienda llevar una vida saludable sin hábitos tóxicos a fin de afrontar mejor el tratamiento que se recomiende.

Clasificación de la leucemia

La académica menciona que existen dos formas de clasificar las leucemias. La primera es en función de la rapidez con la que se produce y empeora. Puede ser aguda o crónica.

Las leucemias agudas se producen con rapidez porque el número de células leucémicas aumenta rápidamente.

En tanto, las leucemias crónicas se producen lentamente y son mejor toleradas. Al principio, las células leucémicas se comportan casi como las células normales. Sin embargo, si no se tratan a tiempo, las células leucémicas acaban desplazando a las células normales.

Las otras leucemias son en función de las células afectadas. También hay dos tipos: la leucemia mieloide que comienza en las células mieloides y la leucemia linfoide que comienza en las células linfoides.

“En el caso de la leucemia linfática, la importancia de realizar un correcto estadiaje radica en que cada estadio de la enfermedad será tratado de una u otra forma. Los casos de mejor pronóstico pueden no recibir tratamiento”, puntualiza la académica.

Unifranz
Las leucemias agudas se producen con rapidez

Tratamiento contra el mal

En la mayor parte de los casos, los tratamientos requieren la combinación de diversas terapias para un mejor control de la enfermedad, con períodos de tratamiento costosos y prolongados.

Dependiendo del tipo de leucemia y de otras características clínicas del paciente, tales como la gravedad, la edad, su salud en general y otros factores, el hematólogo pautará el tratamiento más adecuado, que van desde la quimioterapia, la radioterapia, la quimioterapia con trasplante de células madre o la terapia dirigida que utiliza medicamentos u otras sustancias que atacan células cancerosas específicas con menos daño a las células normales.

De hecho, hay algunos subtipos de leucemia, como la leucemia linfática crónica, en los que incluso es posible, si se detectan en fase incipiente, no realizar tratamiento de forma inmediata, sino sólo controles periódicos de seguimiento. 

La académica explica que, en la actualidad, la fludarabina y otros derivados de los análogos de las purinas tienen muy buenos resultados, como anticuerpos monoclonares, en nuevas terapias biológicas.

El hematólogo es el especialista médico que se encarga de las patologías que afectan a la sangre, como es el caso de la leucemia. Actualmente, la enseñanza de la medicina con simuladores y el uso de tecnologías médicas en tratamientos quirúrgicos y terapéuticos está transformando el campo de la salud con aportes innovadores.

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