Por Lily Zurita
Hace 50 años, los robots aparecían en las pantallas cinematográficas. Nada hacía pensar que años después, esas mismas máquinas estarían dirigiendo audiencias o dictando sentencias. Hoy la inteligencia artificial ha hecho posible lo inimaginable.
La Inteligencia Artificial (IA) es tendencia global; sin embargo, su uso en Bolivia en espacios como el Derecho aún es lenta.
“En nuestro país, todavía es mínimo, sin embargo, hay países como Estonia o China que han revolucionado el uso de la inteligencia artificial, generando robots que resuelven casos, robots jueces que se encargan de resolver casos penales, casos comerciales e inclusive civiles”, dice Salamanca.
Generalmente, los robots se encargan de juzgar causas comerciales y las resoluciones que ellos emiten son precisamente para sancionar a aquella persona que ha quedado con deuda y no ha cumplido compromisos. Los jueces robots emiten la sanción correspondiente reteniendo la propiedad que quedó en garantía, estableciendo las multas y los distintos parámetros de lo que viene a ser materia comercial.
“El algoritmo de razonamiento no puede desarrollar una argumentación jurídica como lo hace la mente humana, sino que sólo podría reemplazar al juez en la preparación de una decisión basada en la elaboración de precedentes jurisprudenciales”, puntualiza.
El Ministerio Publico, es decir, la Fiscalía también tiene un sistema informático (justicia libre) que permite informar a los abogados y a las partes dentro de un proceso, que se están aplicando en la administración de justicia en Bolivia.
“Lo que está fallando es que todos estos sistemas informáticos no están integrados, todos ellos deberían estar pensados en una sola tecnología, por ejemplo, Blockchain u otra forma de interrelación de la información o de las distintas bases de datos. Eso es lo que está fallando en nuestro medio”, puntualiza el jurista.