Profesores holográficos, laboratorios con realidad virtual (RV) o clases en el metaverso, estos avances tecnológicos parecen de ciencia ficción, sin embargo, ya son implementados por instituciones educativas de todo el mundo. Se trata del aprendizaje ciberfísico, una forma de involucrar a estudiantes y docentes en el aula, pero también en otras ubicaciones.
“El concepto de aprendizaje ciberfísico hace referencia a la posibilidad de que los alumnos aprendan e interactúen, tanto de manera presencial como digital, al mismo tiempo gracias al uso de tecnologías como la realidad aumentada, virtual o mixta, el metaverso, la gamificación, la robótica de telepresencia y otras”, según Chong Tow Chong, presidente de la Universidad de Tecnología y Diseño de Singapur.
El experto participó del panel magistral “Perspectivas, progreso y la dirección futura del aprendizaje ciberfísico”, realizado en el marco de la IFE Conference 2024, uno de los eventos sobre educación más importantes de Latinoamérica, junto con Sean McMinn, director del Centro de innovación Educativa de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong (HKUST), Tomi Kauppinen, jefe de Aprendizaje Online de la Universidad Aalto, en Finlandia, Juan Pablo Murra, rector de Profesional y Posgrado del Tecnológico de Monterrey (Tec Monterrey) y Michael Fung, director ejecutivo del Instituto para el Futuro de la Educación (IFE).
“Para este camino del aprendizaje es necesario desarrollar nuevas pedagogías con el fin de facilitar las interacciones y asegurar una experiencia educativa significativa, tanto para los estudiantes presenciales como para los virtuales”, agregó el experto.
Asimilar este aprendizaje, establecer conexiones auténticas y comprometerse de manera efectiva –alumnos presenciales y virtuales– son los retos de este tipo de innovación educativa.
Sean McMinn explicó que la nueva rama educativa trata de hacer que los alumnos aprendan a utilizar los distintos recursos tecnológicos y los apropien de manera que puedan pasar del aprendizaje presencial y el virtual sin dificultades.
“Es un punto de vista holístico. Los estudiantes ya saben cómo utilizar una cámara y el micrófono, lo comenzaron a hacer desde la pandemia. Hoy en día se necesita abordar otra visión que les permita asimilar estas tecnologías a su cotidianeidad y a su aprendizaje “, señaló McMinn.
Aplicaciones del aprendizaje ciberfísico
En el panel, Juan Carlos Murra del Tec Monterrey, habló de la implementación del “Classroom Project”, una iniciativa diseñada para medir el compromiso de los estudiantes a través de las cámaras de sus dispositivos, al conectarse a clases.
“A pesar de que la pandemia acercó a los estudiantes a la tecnología, muchos de ellos no prendían sus cámaras en clases, lo que impedía que aprendieran nuevos conocimientos. Por esto, el Tec de Monterrey ha comenzado a utilizar este tipo de tecnología para medir el compromiso de sus alumnos. El Classroom Proyect está diseñado para medir cuán comprometidos están los estudiantes con su educación. También nos permite medir sus emociones y personalizar su aprendizaje”, comentó.
Murra también hizo referencia al uso de la tecnología para hacer llegar el conocimiento a los estudiantes que se encuentran fuera del aula.
Una de ellas es a través de los hologramas que se puedan proyectar en ubicaciones remotas, mejorando la interacción entre los estudiantes y los profesores. Murra indica que, con la irrupción de nuevas tecnologías, las instituciones pueden comenzar a evaluar nuevas formas de hacer que el conocimiento llegue a sus alumnos de maneras nunca antes imaginadas.
Asimismo, los expertos compartieron experiencias sobre la implementación de laboratorios de realidad virtual en sus campus
“Muchos campus universitarios no cuentan con el espacio suficiente para que sus alumnos accedan a instalaciones especializadas y experimenten nuevos formatos, como la realidad virtual”, explicó Sean McMinn.
Ante este problema, McMinn dijo que se debe de apostar por la realidad virtual, esta forma es efectiva y hace que los alumnos atraviesen fronteras sin necesidad de desplazarse de sus lugares de origen. Los ambientes virtuales brindan la oportunidad perfecta de desafiar barreras que antes se creía imposible.
A su vez, Michael J.L. Fung, del IFE, dijo que otra manera de implementar el aprendizaje ciberfísico es a través del metaverso.
“Los estudiantes pueden vencer el tiempo y espacio. El metaverso incluye herramientas con las que pueden asistir a clases, experimentar y hacer nuevas cosas en línea”, expresó el director del IFE.
La inteligencia artificial (IA) es otra de las herramientas que pueden ser utilizadas para implementar este modelo educativo
“La IA permite a los profesores impulsar el talento de sus alumnos a través de la medición de datos. Distintas universidades del mundo han apostado por este tipo de tecnologías. El Tec de Monterrey es una de ellas al igual que la Universidad de Tecnología y Diseño de Singapur”, puntualizó, por su parte, Murra.
Según Tomi Kauppinen, de la Universidad de Aalto, las generaciones Z y Alfa son usuarios nativos de la tecnología y de forma intuitiva saben cómo utilizar un celular o la forma en la que funcionan los nuevos aparatos tecnológicos, que es algo que marca una gran diferencia con los usuarios que tienen más edad.
Esto hará que, en unos años, el concepto de educación esté íntimamente relacionado con la tecnología. Sin embargo, para la adopción de este tipo de herramientas tecnológicas, el gobierno y los expertos se enfrentan a un gran desafío: la brecha digital. Ante este panorama, Kauppinen apuesta por el uso de plataformas más modestas pero efectivas.
“Existen alumnos que no pueden acceder a algunas plataformas porque no tienen Internet. Los retos económicos son importantes, pero creo que ellos pueden aprender a través de podcasts. La creatividad es importante”, indicó.
Retos
Los miembros del panel coincidieron en que la implementación enfrenta varios retos, en particular en materia de accesibilidad.
Esto último porque muchas universidades, incluso las privadas, no llegan a tener los recursos necesarios para adoptar nuevas tecnologías, a lo que se añaden otros factores dependiendo de la región. Por ejemplo, Hong Kong tiene bloqueado el acceso a las herramientas de inteligencia artificial de OpenAI y Google.
“Mientras que el resto del mundo se beneficia del uso de estas herramientas, los estudiantes de Hong Kong necesitan usar una VPN y no siempre tienen el dinero para ello o es posible que no entiendan cómo trabajar en una”, resaltó Chong.
Por esto, es necesario encontrar qué tecnología básica puede ser más útil y accesible para el aprendizaje. Muestra de ello es que una laptop funciona igual o mejor que un visor de realidad virtual para ciertas actividades, concluyeron los panelistas.