Por Manuel Filomeno
Ni completamente digitales, ni completamente presenciales, las universidades del futuro deberán ser multimodales, flexibles y dinámicas, acomodándose a las necesidades de los estudiantes y de la sociedad.
Jo Angouri, pro-vice canciller de la Universidad de Warwick y Simon Bates, vicepresidente asociado de la Universidad de British Columbia debatieron sobre los días que vienen para la educación superior en el marco de la IFE Conference, llevada a cabo en enero en Monterrey y del cual formó parte la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, representada por su rectora, Verónica Ágreda.
Los expertos señalan que a pesar de los avances tecnológicos que permiten cada vez más la virtualidad en las universidades, es necesario entender que al adoptar la modalidad remota de manera completa se pierde dinamismo, por lo que es necesario integrar la tecnología a la presencialidad y aprovechar lo mejor de ambas modalidades.
De acuerdo con la académica (Angouri), es importante que la concepción que se tiene de tecnología evolucione más allá de lo digital para que ésta sea capaz de romper con lo «binario» y promover la interdisciplinariedad.
Bates, por su parte, agrega que la innovación es incremental, es decir, no nace de la nada y hay que saber integrar estos avances a lo que ya se realiza, más que intentar, reinventar las cosas.
«También requerimos reconceptualizar nuestro entendimiento de la innovación, más como un avance que cómo un nuevo invento», agrega.
Respecto al uso de la Inteligencia Artificial (IA) en las universidades, Angouri y Bates coincidieron que esta tecnología debe ser integrada a la educación de manera más profunda, siempre cuidando su pertinencia y seguridad.
Los expertos agregan que, dado que la transformación digital involucra inevitablemente la integración de la IA en el aula, es fundamental aprender a utilizarla para cerrar la brecha digital.
«El mayor enemigo de la transformación digital en la educación, son los docentes que se rehúsan a que sus alumnos utilicen la IA, a la par de los alumnos que le den un uso incorrecto», dijo Angouri.
Por ejemplo, los expertos resaltaron el uso de IA de acompañamiento al aprendizaje como Socratic, una app de aprendizaje para ayudar a los alumnos universitarios y de bachillerato a entender su trabajo académico. Utiliza las tecnologías de inteligencia artificial (IA) y búsqueda en Internet para conectar a los alumnos con recursos educativos útiles de la Web y sitios como YouTube.
“La IA ya forma parte de los procesos de enseñanza y aprendizaje y en el futuro lo va a ser aún más, pero es importante que su uso sea el adecuado y que los docentes y estudiantes se involucren en sus aplicaciones para aprovecharla al máximo”, indica Bates.
Durante el IFE, las aplicaciones de la IA en la educación fueron uno de los temas vertebrales, por ejemplo, en su exposición, Rose Luckin, profesora del UCL Knowlegde Lab de Londres, compartió tres aspectos clave en los que profesionales de la educación pueden enfocarse respecto a la IA: herramientas de inteligencia artificial, maximización de la inteligencia humana y educación sobre la inteligencia artificial.
En primer lugar, Luckin indica que es importante que los docentes aprendan y adopten el uso de herramientas que permitan disminuir el tiempo al hacer tareas repetitivas. En segundo lugar, la experta expresa que la intención debe ser usar herramientas para potenciar la inteligencia del alumno, y no para sustituirla por la artificial. Y en tercer lugar, se refiere a educar al estudiante acerca de la propia Inteligencia artificial para que aprenda a usarla de manera efectiva, segura y ética.
Por otra parte, Ryan Baker, experto de la Universidad de Pennsylvania, indica que Los modelos de lenguaje a gran escala (como Chat GPT) son un tipo de IA generativa ahora ya popular, y pueden ser útiles para ahorro de tiempo a los profesores, señala
«El uso de estos modelos es, en esencia, apoyo al aprendizaje con asistentes de enseñanza capaces de responder preguntas e interactuar con los estudiantes. Estos nuevos asistentes de IA ahorran tiempo para los profesores y pueden ofrecer respuestas más rápidas a los estudiantes», añade.
La tendencia del aprendizaje a lo largo de la vida
Los expertos también señalan que es importante que las universidades trabajen de la mano con los hacedores de políticas públicas, con el objeto de impulsar y obtener financiamiento para impulsar proyectos de aprendizaje de toda la vida
«Tener un buen grado de inversión y apoyo ayudan a que la universidad y su comunidad no se sienta desmotivada a continuar en el proceso de transformación y a seguir irrumpiendo con los paradigmas de la educación», dijo Bates.
Sobre este tema ya se había referido Michael Fung, director ejecutivo del Institute for the Future of Education (IFE), quien señala que este tipo de aprendizaje ha visto un crecimiento importante por la demanda de habilidades en el mercado laboral.
«Hemos visto un creciente reconocimiento global de la importancia de las oportunidades de aprendizaje permanente, extendiéndose a segmentos más amplios de la fuerza laboral y la población», señaló.
El directivo señaló que hoy naciones en todo el mundo están invirtiendo en proyectos de largo plazo para reconstruir las capacidades de las cadenas de suministro a través de nuevas habilidades en el sector industrial y el mercado laboral.
Comentó que hay una mayor demanda en talentos con experiencia en áreas STEM (acrónimo en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).