“La relevancia de las competencias laborales en el éxito organizacional es indiscutible. Este estudio es un reflejo del compromiso que ha asumido el ONT para generar información, pertinente, relevante y objetiva para coadyuvar en el fortalecimiento del tejido empresarial y productivo en Bolivia”, afirma Pedro Sáenz, director del ONT.
El estudio en primera instancia detalla cuáles son las competencias “clave” que son necesarias para el éxito en varios niveles jerárquicos y tácticos dentro de una organización. Luego identifica las competencias que actualmente son más utilizadas por ejecutivos de los niveles estratégico y táctico según el sector en que desarrollan su labor. Por ejemplo, las habilidades en el sector primario que incluye todas las actividades económicas que están relacionadas con la extracción y producción de materias primas, como la agricultura, la pesca, la minería y la explotación forestal, no son similares a las de sector “cuaternario” que involucra a las actividades económicas que se basan en la creación, uso y difusión del conocimiento y la información, como la investigación y desarrollo, la innovación tecnológica, el diseño y la consultoría.
Otro grupo de habilidades empleadas varía según el tamaño de la organización, desde las grandes hasta las pequeñas empresas. En unas resaltan el manejo de conflictos mientras que en otras la honestidad.
El sondeo también arroja información sobre cuáles son las competencias más utilizadas según la edad del trabajador, desde los que pertenecen a la generación Z que nacieron entre 1997 a 2012, hasta los Baby Boomers que nacieron entre 1946 a 1960; y en otro espectro, los resultados también detallan cuáles son las competencias utilizadas con más frecuencia según el género del encuestado.
Los resultados del trabajo sirven, por ejemplo, para optimizar las estrategias de reclutamiento, formación y desarrollo del talento en las empresas. También ofrece a las instituciones educativas de todos los niveles datos relevantes sobre la alineación que deben tener sus programas formativos para que se alineen con las demandas reales de nuestro mercado laboral. Ello implica que el sector público y los entes reguladores puedan flexibilizar las normas y permitan una actualización oportuna de los programas de formación, en todos los niveles a fin de responder a una demanda de competencias cambiante.
El proyecto del ONT, parte del Centro de Pensamiento Estratégico de la UNIFRANZ, contó en su ejecución con el apoyo de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de La Paz (FPELP), la Cámara Nacional de Industria (CNI), la Cámara Nacional de Comercio (CNC), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a través de la Mesa del Empleo de Pacto Global, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Postgrado de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sin cuyo apoyo y apertura no hubiese sido factible.
Este primer producto es fruto del sondeo realizado desde principios de año a cargos jerárquicos, medios y altos para entender la realidad del trabajo en Bolivia. Para Diego Urioste, coordinador del ONT, el siguiente año se enfocarán en áreas específicas inherentes a competencias laborales. “Las diferentes líneas de investigación que trabajaremos, necesitan el apoyo de más aliados estratégicos para seguir generando información valiosa”, afirmó
Las competencias laborales son entendidas como un conjunto de habilidades, conocimientos, comportamientos y actitudes. Son esenciales para un efectivo desempeño en el ámbito laboral y son fundamentales en la gestión del capital humano. De esta forma se logra alinear recursos con la estrategia empresarial para facilitar el desarrollo profesional de los empleados.
La relevancia de las competencias en el contexto boliviano es crucial. En un mercado laboral en constante evolución, la identificación clara de competencias necesarias no sólo responde a las necesidades inmediatas de las empresas, sino que también es una inversión en el capital humano. Los resultados de este sondeo contribuyen al desarrollo económico y social del país a largo plazo, generando un impacto positivo.