Gema Murillo, coordinadora nacional de Desarrollo Organizacional de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, alienta a las empresas para que trabajen estrategias de fidelización de los colaboradores.
Tradicionalmente, las empresas contrataban profesionales o expertos en el cumplimiento de la normativa legal. Su enfoque se centraba en evitar contingencias legales.
Ahora, los colaboradores se han convertido en socios estratégicos y las empresas los consideran sus ‘clientes internos’. Por esa razón, el enfoque se centra en su bienestar y satisfacción.
Según Murillo, la mejor referencia sobre una organización la dan los mismos colaboradores que trabajan o trabajaron en ella. Son ellos los principales valedores de la estrategia de marca.
Las empresas comienzan a medir la satisfacción durante todo el proceso de vínculo laboral, es decir, desde el reclutamiento o atracción, el onboarding (inducción), el clima laboral, el crecimiento profesional; hasta la culminación de la relación contractual.
“Mediante el Employee Net Promoter Score – eNPS (puntaje de promotor neto del empleado), se identifican los momentos que generan mayor o menor satisfacción en los empleados, con el fin de mejorar la experiencia que tienen en la organización”, agrega la experta.
Medir y mejorar la experiencia de los colaboradores es un proceso interactivo, de ida y vuelta, para conocer de forma objetiva y actualizada la percepción que tienen de las acciones, programas o proyectos que se implementan en la organización.
Entorno de trabajo positivo
La cultura organizacional y la experiencia de los colaboradores depende del entorno de trabajo. Influye en todo, desde los niveles de estrés y el bienestar mental, hasta la productividad y el rendimiento.
Crear un entorno de trabajo positivo va más allá del color de las paredes de la oficina. Se trata de entender las necesidades de los colaboradores y ofrecer beneficios competitivos, ya que los empleados evalúan los beneficios, más allá de los establecidos por ley.
Por ejemplo, resultan más atractivas las empresas que tienen un propósito claro, que sean innovadoras, ecofriendly (respetuosas del medio ambiente), que valoran la diversidad de género o que ofrecen trabajo flexible o teletrabajo.
Lo cierto es que las empresas no buscan retener a los colaboradores, sino fidelizarlos con el propósito de la institución.
“La experiencia de los colaboradores está definida por todas las personas con las que interactúa, no la define únicamente el área de Talento Humano y para mejorar su experiencia, se debe medir con determinada frecuencia cada proceso e informar a los líderes los programas o políticas que se deben mejorar”, puntualiza Murillo.
Para medir la experiencia del empleado, lo ideal es tener el Employee Journey Map (Mapa de trayectoria del empleado), en el cual se identifican los puntos de interacción que tiene cada colaborador, a fin de darles la oportunidad de calificarlos.
Por lo general, se mide la comunicación, el estilo de liderazgo, la colaboración con sus compañeros de trabajo, el trato con respeto, las dinámicas de la empresa para fomentar los valores corporativos, entre otros.