Lucía es una niña de 10 años bastante inquieta. “No hay un minuto que esté quieta”, dice, con preocupación, su papá. Una entrevista con la psicóloga del colegio le permitió conocer que su hija sufre el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
El TDAH es un trastorno neuropsiquiátrico crónico que afecta principalmente a niños y puede persistir hasta la edad adulta con un impacto significativo en la vida cotidiana de quienes lo padecen; por ejemplo, en los estudios y en la interacción con sus pares en el colegio.
“Incluye dificultades en el rendimiento académico, problemas de conducta, dificultades en las relaciones interpersonales y desafíos en el ámbito laboral”, señala el director de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, James Robles.
El TDAH se caracteriza por tres síntomas principales: déficit de atención, hiperactividad e impulsividad.
Déficit de atención se refiere a la dificultad para mantener la concentración y la atención en tareas específicas. Las personas con TDAH pueden tener dificultades para prestar atención a los detalles, seguir instrucciones, organizarse, completar tareas o mantener el enfoque en una actividad durante períodos prolongados.
La hiperactividad se manifiesta como una excesiva actividad motora y una sensación de inquietud. Los individuos con TDAH suelen ser inquietos, moverse constantemente y pueden parecer impulsivos.
La impulsividad se refiere a la tendencia a actuar sin pensar en las consecuencias. Las personas con TDAH pueden tener dificultades para controlar sus impulsos, interrumpir a otros, tener respuestas emocionales intensas o mostrar dificultades para esperar su turno.
“No se conoce una única causa específica que lleve a este trastorno. Sin embargo, se ha encontrado que existe una combinación de factores genéticos, neurobiológicos y ambientales que pueden contribuir a su desarrollo en los niños”, explica Robles.
Características más comunes
¿Cómo se puede detectar que una persona sufre este trastorno? Según Robles, las personas que sufren TDAH comparten algunas características comunes según el trastorno que sufre, ya sea déficit de atención, hiperactividad e impulsividad:
En el caso del déficit de atención:
-Dificultad para prestar atención a los detalles.
-Dificultad para mantener la atención en tareas o actividades.
-Parece no escuchar cuando se le habla directamente.
-Tiene dificultades para seguir instrucciones y completar tareas organizadas.
-Tiende a perder objetos necesarios para las tareas o actividades.
-Es fácilmente distraído por estímulos externos.
-Olvida actividades diarias y es fácilmente desorganizado.
En el caso de la hiperactividad:
-Se mueve en exceso o siente una sensación interna de inquietud.
-Tiene dificultad para estar quieto.
-Corre o trepa en situaciones inapropiadas.
-Tiene dificultad para jugar o participar en actividades tranquilas.
-Habla en exceso.
En el caso de la impulsividad:
-Da respuestas precipitadas.
-Tiene dificultad para esperar el turno apropiado.
-Interrumpe a los demás en conversaciones o actividades.
-Impacto en el aprendizaje
El TDAH puede tener un impacto significativo en el aprendizaje de las personas que lo padecen. “Los síntomas del TDAH, como la dificultad para prestar atención, la hiperactividad y la impulsividad, pueden interferir con el rendimiento académico y el proceso de aprendizaje en general”, puntualiza Robles.
A continuación, se presentan algunas formas en las que el TDAH puede afectar el aprendizaje:
-Dificultades para mantener la atención en tareas o actividades académicas, lo que puede afectar su capacidad para escuchar, seguir instrucciones, leer, estudiar o completar tareas de manera eficiente.
-Problemas de organización y planificación de tareas, del tiempo y el establecimiento de metas realistas en proyectos
-Dificultades en la memoria de trabajo, lo que puede afectar su capacidad para seguir instrucciones complejas, recordar múltiples pasos o retener información relevante durante la resolución de problemas.
-Problemas de impulsividad, que podría llevar a respuestas precipitadas o impetuosas afectando negativamente el rendimiento escolar.
-Dificultades en la autorregulación emocional, lo que puede afectar su capacidad para manejar la frustración, el estrés o la ansiedad relacionada con las demandas académicas.
Educación de un niño o adolescente con TDAH
La educación de un niño o adolescente con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) requiere de un enfoque individualizado y adaptado a sus necesidades específicas. El director de Psicología de Unifranz menciona seis aspectos específicos:
-Conciencia y comprensión. Educadores, padres y compañeros deben comprender el TDAH a fin de promover empatía, un ambiente de apoyo y reducir la estigmatización contra la persona que lo sufre.
-Ambiente estructurado. El objetivo es ayudar a los estudiantes con TDAH a mantenerse enfocados y seguir el ritmo a través de rutinas e instrucciones claras.
-Adaptaciones en el aula. Puede incluir asientos cercanos al maestro, reducción de distracciones visuales o auditivas, tiempo adicional para completar tareas o uso de ayudas visuales y tecnología asistiva.
-Estrategias de enseñanza específicas. Puede incluir uso de instrucciones claras y concisas, incorporación de actividades prácticas y de movimiento para mantener el compromiso, el uso de refuerzos positivos y la variación de los métodos de enseñanza para mantener el interés.
-Apoyo emocional y social. Promoviendo habilidades sociales y fomentar la autoestima son aspectos importantes para su bienestar general y su éxito académico.
-Colaboración entre maestros, padres y profesionales de la salud. La comunicación y colaboración de los maestros y padres es clave para garantizar un enfoque coherente y unificado en la educación del estudiante con TDAH.
Tratamiento del TDAH
El tratamiento del TDAH puede incluir tratamiento psicológico desde el enfoque de la psicoterapia conductual, intervenciones educativas, modificaciones en el entorno, apoyo psicopedagógico, fonoaudiológico en algunos casos o medicación, en casos extremos.
“Cada individuo es único, por lo que el enfoque de tratamiento puede variar según las necesidades específicas de cada persona. Es importante destacar que el TDAH es un trastorno reconocido por la comunidad médica y científica, y su tratamiento puede ayudar a las personas a manejar los síntomas y mejorar su calidad de vida”, puntualiza Robles.