Por Lily Zurita
En la actualidad, así como en la vida cotidiana, una empresa que no tiene conexión a Internet, no logra alcance ni relevancia para su negocio. Con más desafíos y oportunidades, la humanidad transita la segunda década del nuevo milenio, caracterizada por el avance acelerado de las nuevas tecnologías.
Promoción y ventas online
Las páginas web y las redes sociales tienen una gran incidencia a la hora de hacer negocios. Hoy, la mayoría de las empresas utilizan las Redes Sociales para promocionar y vender sus productos (e-Commerce).
El informe 2022 (abril de 2022) de We Are Social y Hooutsuite da cuenta que las redes sociales recogen a un total de 4.650 millones de usuarios activos en las redes sociales en todo el mundo.
El siguiente cuadro refleja el número de usuarios de las principales plataformas digitales:
Ventajas comparativas
Así, en las tiendas online se ensalza la posibilidad de acceder a un mercado más amplio, de alcance mundial. El negocio virtual conlleva costos más reducidos y facilita el acceso a cualquier hora del día. Además, el sistema puede atender a diversos clientes a la vez, sin necesidad de tener una espera.
El e-Commerce afianza su superioridad en la automatización del servicio y, por consiguiente, en una estrategia de marketing más ultrasegmentada. Es decir, apunta a una mejor tasa de conversión.
El e-Commerce afianza su superioridad en la automatización del servicio y, por consiguiente, en una estrategia de marketing más ultrasegmentada. Es decir, apunta a una mejor tasa de conversión.
Por su lado, el escenario de una tienda física aporta una mayor credibilidad a la transacción, ya que el cliente puede ver físicamente el objeto de compra. Junto a este valor, y casi de la mano, se consolida el factor de fidelización al cliente. El trato humano de un dependiente asienta una singularidad que el mundo digital rara vez consigue.
Riesgos de las tiendas digitales
Según Saavedra Nagayama, las ventas y/o compras por Internet conllevan algunos riesgos que los usuarios deben considerar al momento de hacer sus compras, como:
Robo de identidad: Operación fraudulenta por la que se sustraen datos personales, contraseñas, nombres de usuario o números de tarjetas de crédito.
Reshipping: Un defraudador compra en un comercio online con una tarjeta robada y utiliza una mula para recibir el envío y evitar ser descubierto, remitiéndose a este una vez haya llegado.
Phising: El estafador engaña al usuario mediante un correo spam, invitándole, por ejemplo, a realizar una operación bancaria a través de una página que aparentemente es de confianza.
Claves de seguridad en el e-Commerce
Falta de confianza: el consumidor desconfía y teme a la estafa, por lo que es necesario trabajar varios aspectos de la web, para cambiar la sensación de inseguridad y minimizar los ciber riesgos asociados.